lunes, 18 de mayo de 2009

No sé si me encontrás en este dibujo.
Estoy ahí, mirá bien,
observá las formas que se generan
si dejás que se te cruzen los ojos.

Me viste… seguro que me viste.
Soy ese desastre que se oculta entre trazos.
Saludáme, yo soy muy tímido, totalmente introvertido.

Nos vemos,
al menos en sueños. ¿o no?
Hora de salir…
a morfarte.

Mucho tiempo de espera,
salgo a encontrarte.

No es que quiera abandonar mi cueva,
hilos muy sutiles me tiran hacia vos.

Ya me vas a cruzar,
te lo digo en sueños,
ahora despertáte si te animás.
Señora de las sombras,
un momento con vos…
me vale semanas de insomnio.

Amarte me llena,
así te despido
después de este fugaz momento.

Con la luz del día te vas,
yo quedo atrás,ya no soy parte de tu tiempo.
El león ya está más allá.
se tiró a descansar por siempre.

Así me siento a veces,
como un montón
de arena moldeada
que en realidad ya se encuentra en otro lado (¿Dónde?).

Tal vez en el refugio
que invocan pelis como
“1984”, “Clockwork Orange” ó “Brasil”.

Todo tan incierto,
que la curiosidad disminuye con el tiempo.
El timonel atado a la esperanza
de encontrar tierra.

La luna refleja una luz fantasma,
no ayuda a la tripulación
que busca fin a este navegar delirante.

Directo a la nada,
éste barco se mueve
sin rumbo fijo,
derecho a la deriva.

Me siento a veces,
tal cual,
en mi delirar.
2 fantasmas tirando los dados,
se juegan el universo
(¿sino cuál es la gracia?).

El tiempo pasa,
las galaxias van cayendo en el reloj de arena,
y aquellos dos fascinados.

Más allá de la muerte
se la pasan tirando la suerte,
haciendo tiempo,
para no morir de amargura.

viernes, 8 de mayo de 2009

Encuentro tranquilidad
en la armonía del mandala.

El Ying-Yang me hace pensar
en contradicciones interiores.

Las flores expresan el trabajo
de la Natura.

Y gira el dibujo, lentamente
da vueltas que marean.

Con todos los misterios y climas
que contiene
me quedo mirándolo
un rato eternidad.
El mono tremendo,
mira desde el infinito.

El hombre en la playa,
incorpora todo su ser.

La estatua de la libertad,
inmóvil casi siempre.

Todo sugiere
el milagro humano.
Mirando las nubes
hacía figuras,
se inventaba algo.

En un momento
le vino el blanco,
de no pensar en nada,
y se sintió en otro lugar.

Se iba hacia adentro,
a un refugio
para aquellos
que no soportan la realidad:
la casa de los sueños.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Mi hermano de piedra,
no te haré hablar pero te hice llorar.

Siempre contigo,
acordáte que hay penas que se comparten,
para eso estamos juntos.
El cerebro al rojo vivo,
pensando,
en algo que no conoce,
se metió.

Ahora en el fuego,
la fe ya no pega más,
agnostiqueando,
va por ahí
entre limbo y nada.

“Hacé como los gatos,
buscáte un lugar
cómodo y calentito”
decía el barrendero.

Así estoy, yo como él,
con la vida que pasa de largo,
describo lo que me sucede.
Leer ayuda a abrir la cabeza.
El poder de los libros es explosivo.

Con un par de líneas leídas
en un momento dado
de una forma dada
uno puede catapultarse
hasta lo más profundo de su ser.

Leer hasta reventar,
millones de libros en una biblioteca,
esperando.
Bueno, llegamos.
El misterio de los anillos descubierto.

Maravilloso para mirar,
parece (¿será?) de otro planeta.

Me veo reflejado
y pienso en el camino recorrido,
pienso en mi vida, en mi futuro.

Eso tan extraño y ciber,
perfectamente armado,
nos supera.
Si me alejo no sabría como describirlo…
Fumando nomás,
gastando pulmones,
relajando el cuerpo.

Me rodea el humo,
juego con él.

Imagino de todo en el cigarro.
Fumo gente, fumo Dios,
fumo y fumo.

Estoy casi terminal,
sé lo que viene si paro de fumar nuevamente.
Es un poco triste, pero en fin,
eso es la vida a veces.

Un poco de voluntad ahí,
un pucho suelto sr. Kioskero,que me estoy desprendiendo.

martes, 5 de mayo de 2009

Cuando la belleza te atraviesa,
tu crecimiento se detiene,
estarás entregada a la naturaleza por siempre.
Si me saco la nariz de yosapa es para saludarte.
Las cosas se están poniendo raras a veces,
no sé qué hacer ni para donde moverme.

“Todo el mundo sabe”, “El futuro”, “Hay una guerra”
Todas canciones de Leonard Cohen.

Yo mientras tanto le sacudo al teclado mis
vergüenzas, ridículos, defectos…

¿Alguna vez pensaste que la tierra te traga?